Para la producción de nuestros mezcales utilizamos magueyes oaxaqueños, cuidando siempre que estén en su punto óptimo de maduración para mantener la calidad que nos distingue.
Cocemos el maguey en un innovador horno cónico de tierra que dispersa y mantiene el calor de forma más eficiente, reduciendo así el tiempo de cocción y la cantidad de madera requerida para su funcionamiento, además de reducir el esfuerzo físico y desgaste de nuestro personal de producción.
El maguey se machaca en un molino de piedra (tahona) que funciona con tracción animal. Cuenta con un sistema de recolección de líquidos que permite el mejor aprovechamiento de los jugos.
La fermentación se lleva a cabo en tinas de madera expuestas al contacto con las levaduras silvestres del entorno, lo que favorece el desarrollo de sabores ricos y complejos propios de nuestro terruño.
Llevamos a cabo un proceso de doble destilación que inicia en alambiques de acero inoxidable para un proceso más limpio y eficiente y refinamos en alambiques de cobre que redondean los aromas y sabores con apego a la forma tradicional de destilación de Oaxaca.
En nuestra cava guardamos las producciones que conformarán nuestras colecciones de reposado y añejo, que reposan en barricas de roble francés usadas. También guardamos ahí las producciones de mezcales silvestres maduradas en vidrio, las cuales esperan cumplir el periodo dispuesto para poder ser envasadas.